En esta ocasión nos trajeron estos zapatos para forrar tacones.
El tacón del pie derecho se encuentra dañado por una fuente de calor.
Procedemos a desmontar los tacones.
Retiramos la piel antigua con cuidado para sacar el patrón para la nueva.
Marcamos y cortamos el forro de piel nuevo para ambos tacones dando margen para poder trabajar.
Pegamos la nueva piel a los tacones.
Por último montamos los tacones en los zapatos, ponemos las tapas nuevas y… ¡este es el resultado! Zapatos como nuevos y otro cliente satisfecho.